17 de junio de 2008
A mi Kratitos! ♥
Hoy le escribo a mi Kratitos, mi amigo incondicional, aquel lindo ser que entro a mi vida un día de finales de enero y que, desde aquel entonces, ha ido ocupando, a pasos agigantados, un lugar en mi corazón, hasta que, finalmente, se quedo con él.
Mi Kratitos es aquella persona que se ganó mi afecto tan solo con mirarme dos segundos a los ojos.
Es aquel amigo que detiene mis caídas y rearma mis ilusiones, aquel que con una palabra despeja el panorama, con un abrazo reafirma mi mundo y con una mirada consigue una sonrisa.
Él es quien mas me ha apoyado desde que lo conocí, quien jamás me ha dado la espalda, quien me escucho en mi peor momento y me ofreció su mano para seguir andando sin perder el camino, quien se ofreció a seguirme hasta el fin del mundo un día en una conversación por teléfono, el mismo que una semana y me día después me dio el mas dulce de los besos y reitero su promesa de jamás dejarme.
Todo esto es él… mi Kratitos, el niño mas tierno y el adulto mas serio… el más fuerte, quien sostiene el mundo en sus hombros, pero al mismo tiempo puede ser la persona mas frágil que dice necesitarme a mi para seguir en pie.
Eres tantas cosas… pero lo más importante es que sé que siempre serás mi amigo… que siempre podré contar contigo.
Tal vez a ratos olvide que antes que todo somos amigos y después de eso somos pareja…y después de eso… no se… O.o … pero hoy me lo recordaste… hoy con aquel mensaje... con aquel “Kratitos, kratitos”
Por eso hoy dedico este espacio a ti, mi amigo, mi confidente.
Te adoro! (L)
Te amo!
Eres mi luz y mi Sol.
3 de junio de 2008
Corazon de Hielo
Hace mas de dos meses rompiste la armadura que esta niña tonta, herida y traicionada fabricó sobre sí hace mucho tiempo, aquella barrera que recubría su corazón herido, ya tan debilitado que se había jurado ya nunca volver a amar, que se había prometido ser frío e indiferente.
Le devolviste el calor a este ser dispuesto a jugar, sin importar los sentimientos ajenos, dispuesto a dañar solo por entretención.
Y llegaste tu, noble caballero, y lograste que la barrera cayera, lograste que el corazón comenzara a zurcir las heridas, tantas cosas conseguiste en tan poco tiempo; fundiste la escarcha que recubría a esta triste niña simplemente con el calor de una mirada, la fuerza de un abrazo, lo dulce de un beso y lo tierno de un “Te amo”.
Me arrancaste de la tiniebla que me absorbía….
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